domingo, 15 de mayo de 2011

28°

él saluda, ella se va
  Se va protestando contra la cortesía y los zapatos húmedos


 no puede sujetar pausas en los nudillos.


Las gotas se evaporan al rozar sus mejillas.
Flotan tres estrellas al levantarse
        una por su infancia
            otra por su hambre
                  y de la última no se sabe más
                   que la mantiene envuelta en un pañuelo
                    y si está bajo su cama    no se sabe     ¿alguien lo sabe?


y se acomoda la blusa
y se repasa los botones con el dedo pulgar
y va dejando manchas de ceniza sobre las cosas


y se repasa los labios con el dedo índice -ese color le sienta bien-
Se acomoda el pelo
y va dejando su perfume suspendido en las telas.


un poco de calle un poco de humo un poco de alcohol
Las primeras horas son las últimas
Lo dice la calidez  de su piel


se toca las piernas como una niña
para olvidar el Frío
antes que a éste se le ocurra abordar su venganza


por qué me olvidaste


  Sólo fueron una horas      es humano       es humano
  Tú siempre tienes donde alojar


quítate las botas
       No quiero
abre la ventana
       Déjame


         Casablanca           negracasa
Esto es cuestión de azul amarillo y rojo


tienes la falda arrugada
           Es un detalle
a mí me importa


Entre sus dientes cuelga el pañuelo        arrugado     con ceniza
y de él se extiende un carnaval a la altura de  sus labios que
  cae por sus hombros por su espalda
    recorre sus codos
        avanza entre sus pechos   se desliza por el ombligo
                             corre por sus piernas
                                aloja en sus pies
                            y se despliega caprichoso
Ella se quita la falda arrugada            la quema
Se lava las manos con licor y se pinta el cuerpo con tempera amarilla roja y azul
 Es humano, dice,          es humano.

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