jueves, 30 de junio de 2011

caprichosa, te pintas la lengua con oro
pones a tu favor a las paredes y esquivas ángeles taciturnos.
Y no tragas papeles en nombre de nadie


  Ahora dibujo algo parecido a tu ánimo con la tinta de la bolsita de té
      de la tarde en que vendrás por mi cordura.


No hace falta que menciones las estatuas empolvadas de mi colección
 que te burles de sus pantys rotas, de sus faldas apolilladas o
  -en caso de pasar más tiempo conmigo- de sus historias torcidas, donde 
  las líneas se mezclan con rimel y cerveza. 


pero por reproducir esta canción por reproducir esa canción por reproducir esta canción.

martes, 7 de junio de 2011

A poco de saber que las vírgenes de los templos tienen las manos rotas

La última moda se vino corriendo del último vagón para alcanzar la última estación,
corriendo & goteando desaforada, perseguida por vírgenes de yeso que no quieren quedarse atrás
Un espectáculo que se paga a precio de pecado liberal

(Todos hemos visto como se desgajan los velos a la mitad de la ceremonia)

La in-discriminada caza de ciruelos es un problema mayor que no quiebra pedestales
pero remueve la tierra de los muebles arrugados

Avisen a los encargados del pilar izquierdo que presto traiga una sonda amplia
pero que no olvide cambiar el agua de los floreros por si algún día llegan flores (pero las de verdad)

lunes, 6 de junio de 2011

Rutas de azúcar.

En el paseo de las lunas frágiles
Canela murmuró permiso y fue arrastrando sus pies sobre caminitos de orégano molido.

Ella divaga un rato después de bajar de su barco de papel.
Cuándo aprendió a caminar
Cuándo aprendió a hacerlo con la cabeza derecha y
               las clavículas dibujadas en una curva amable con las gotas de lluvia.

Canela se ajusta las botas y muele las hojas.
   y juega a que le salen nubes de la boca y soles y semillas.

Canela tiene las manos heladas. Pregunta por guantes.
Qué cosa más increíble.          Esta noche soñó con frutas que sangraban
Qué me queda por decirle cuando despierte otra vez!
Sólo se dedicó la mañana entera a articular nudos en las sábanas y colgarlas en filas de a tres
en el cordel del patio, y no pude más que admirar el momento en que giraba sobre sus talones.

Creo que para mañana tendré la precaución de trazar rutas de azúcar desde sus labios hasta la entrada de la casa.

domingo, 5 de junio de 2011

rETO

entre la rudeza de las mayúsculas que cortan mi carne,
las que se ríen en el vuelo trágico de mi sangre sobre sus cuerpos delgados

         sin/cara          :        des-carad (o/a)
         al mismo plano le duelen los mismo cuerpos

Un ejército aplaudiendo
Corazón pirata.        No deja de morder tobillos
    y de acumular orgasmos en los columpios
    cuando ancla en tierras blandas.

Así un joven se sienta a escribir acerca de la caída en picada
de las moscas sobre la leche
mientras su madre no deja de parir piedras verdes en el sillón de su casa
Y no nos hacemos responsables por expulsar carcajadas sobre los cojines.

Y no se nos quita este vértigo
de permanecer al borde de una cama al oriente del paso de cebra.
Por curiosidad aprieto botones para cambiar el semáforo de color.
y si cruzas la calle con un espasmo de risa me llevarías contigo, corazón?

Reto, entre tus caderas sucias y las mías.
Porque llevo puesto el sweater que me regalaste esta tarde para abrazarme por capricho
porque aún me duele la nariz por aspirar el humo grosero de los tubos de escape
porque tu voz me dice que estuviste tan lejos y que has cambiado

Reto entre tu espalda que se aleja mientras la mía se enfría
Reto entre la risa que coloreó tu visita y el silencio que queda cuando te vas, corazón pirata
De pirata sólo el parche?

Reto entre el nombre que no nos corona y las mayúsculas que nos persiguen
 sobre camas con piedras y columpios oscilantes y ejércitos delgados y
   vacíos verdes y cadenas de bicicleta oxidada y leche fría y putas/madres

No, no quiero quedar despedazando sillones a mordiscos
  mientras tú tomas el próximo avión a la calle de enfrente

miércoles, 1 de junio de 2011

R E T O

entre la rudeza de las mayúsculas que cortan mi carne,
las que se ríen en el vuelo trágico de mi sangre sobre sus cuerpos delgados

         sin/cara          :        des-carad (o/a)
         al mismo plano le duelen los mismo cuerpos

Un ejército aplaudiendo
Corazón pirata.        No deja de morder tobillos
    y de acumular orgasmos en los columpios
    cuando ancla en tierras blandas.