martes, 15 de enero de 2013

Los hoyitos de la nariz tienen la forma de los pulmones de la gente,
Yo tengo uno que de vez en cuando sangra
uno que cada vez se encoje más

En un sueño te besé el ombligo, te acomodé el pelo y transité en cámara lenta por tus piernas.
Desperté sobresaltada, porque ya era costumbre rascarnos las costras.
Lloro tus piernas aferradas a un cielo enorme, tan enorme que da miedo,
que mientras más afuera se vuelve más oscuro
Lloro el salto que pudieran dar y el temor de que se aclaren con cada mañana,
que pierdan el color hasta que ya no las pueda ver
Como las fotos expuestas al sol

Suerte que la tierra es redonda, como un cuero expandido, tibio y blando,
cuero desenvuelto y sin costuras, hecho para poder volver
Esta mañana me lavo la cara con un llanto redondo y miro desteñida por la ventana

sábado, 12 de enero de 2013

Tejas

Al almuerzo se prepara en una olla abollada la papa flotante y la verdura
a un costado espera el café sin azúcar
y se sirve en plato hondo la letra triste de una canción

cuando chica corté mis pantalones con tijera
para saber si de verdad las tijeras servían más que para abrir sobres
y recortar figuritas de niñas tomadas de las manos
con sus vestiditos uniformes y facciones incomprensibles
Así caminaba, con la piel de las rodillas expuestas

Afuera el cilantro se pasa de agua y el macetero no atiende la culpa
La lluvia puede lavar el techo pero no la culpa

Mi sur, qué frío en las piernas,
Termina de comer, lento,
El amor se siente en el estómago,  el amor entra por los labios

Hunde las manos en el agua caliente, no para lavar la loza
sino para cuestionar el frío. La discusión de la superficie y la espuma

cuando chica dibujaba portales con lápiz de cera en la escalera
para llegar más rápido donde quería estar

el palo de leña, el hierro caliente, el silencio del ruido, la siesta a ojos abiertos.
Buenas tardes, me voy a arrumar en el sillón
a esperar que se pase la lluvia, a mirar la mata de cilantro
a quitarle el pestillo al portón por si viniera alguien a almorzar


viernes, 11 de enero de 2013

Codos lamidos hasta el cansancio

qué qué qué qué qué qué qué qué qué qué qué qué qué qué qué QUÉ
Este cuerpo desfigurado por el exceso de lengua y de sábana y de ola tullida
no sabe tocar sin sostenerse

la última palabra la dice la saliva trasnochada sobre un muslo borroso
Este cuerpo acata sin ladrar
atiende la orden del viento sin mayor cuidado

Cuerpo atontado no quiere más
           grita por agua, se cubre con servilletas para disipar el frío
           no quiere más que ser atendido y descansado en el tercer brazo

tan torpe/ intruso/ iluso
choca contra el dintel por creerse ligero
se lanza de un árbol para peinarse mejor, exagerado
saca la lengua de la boca para succionar la gota que le cayó del ojo por si le curara la sed

Este cuerpo deforme encuentra el cuarto brazo para completar el qué
pero excesivo/ ignorante/ bruto le ladra y se muerde la cola en un llanto de papel.