lunes, 6 de junio de 2011

Rutas de azúcar.

En el paseo de las lunas frágiles
Canela murmuró permiso y fue arrastrando sus pies sobre caminitos de orégano molido.

Ella divaga un rato después de bajar de su barco de papel.
Cuándo aprendió a caminar
Cuándo aprendió a hacerlo con la cabeza derecha y
               las clavículas dibujadas en una curva amable con las gotas de lluvia.

Canela se ajusta las botas y muele las hojas.
   y juega a que le salen nubes de la boca y soles y semillas.

Canela tiene las manos heladas. Pregunta por guantes.
Qué cosa más increíble.          Esta noche soñó con frutas que sangraban
Qué me queda por decirle cuando despierte otra vez!
Sólo se dedicó la mañana entera a articular nudos en las sábanas y colgarlas en filas de a tres
en el cordel del patio, y no pude más que admirar el momento en que giraba sobre sus talones.

Creo que para mañana tendré la precaución de trazar rutas de azúcar desde sus labios hasta la entrada de la casa.

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