La languidez de un octubre cualquiera
sube por el piano & encuentras
un cualquiera que te sonríe la pesadilla, la llamarada
Deberías temer, temer al ritmo como yo lo hago,
que no lo evito porque le temo,
que lo ignoro porque me gusta
Se me acalambró el cariño,
se nos quemó el beso con un sueño de mosca
Allá la ciudad se cambió el nombre para que no lleguemos
Cuántos días podría pasar batiéndome el cuento
sin dejarlo reposar en la panera
sin dejar de almidonarlo en mi boca
Cuántos días, me pongo a prueba,
que el mes se consume como pan roído.
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